Los principales rituales serian:
Arcángel Rafael: Sanación física y emocional.
Arcángel Jofiel: Equilibrio mental, genera buenos pensamientos y nos encamina hacia la verdad.
Arcángel Zadquiel: Transmutación, de los viejos hábitos, como la tristeza, la ira, las pocas ganas de vivir.
San Benito: Guía espiritual, brindándonos el camino de luz y protector para no decaer.
Zadquiel, transmuta la energía de apego al vicio o adicción, Jofiel, genera pensamientos mas claros, San Benito nos cuida y nos guía, Rafael Arcángel de luz para que trabaja directamente con al adicción.
Zadquiel
El Arcángel Zadquiel es uno de los ángeles que están en presencia de Dios, llamados “Ángeles de la Presencia”. Su nombre significa “Justicia de Dios” y es, según algunas fuentes, uno de los nueve regentes del paraíso.
Este es el ángel de la justicia, el perdón y la trasmutación, siendo estos aspectos claves para purificar el alma otorgando justicia con perdón y limpiando el alma de rencor y odio.
Para la religión judía, Zadquiel es el Arcángel de la Piedad y para ciertos ocultistas, el arcángel que custodia los registros akáshicos, de vidas pasadas, considerado un “limpiador de karma”.
En el catolicismo solamente se reconoce a tres arcángeles de forma oficial y Zadquiel no es uno de ellos. Sin embargo, aunque no es confirmado, tampoco es negado. Lo mismo ocurre en las Iglesias Cristianas Ortodoxas, donde se reconocen solo a tres arcángeles: Gabriel, Rafael y Miguel, mientras que la Iglesia Protestante solo reconoce a Gabriel y a Miguel.
Oficialmente, Zadquiel solamente es reconocido en la Iglesia copta de Etiopía, pues se utiliza al libro canónico de Enoc, donde se lo menciona como arcángel.
Dentro del judaísmo, Zadquiel es el Arcángel de la Piedad. Por ello, en la metafísica esotérica es considerado el Arcángel de la Llama Violeta y se asocia a la trasmutación, al perdón y a la liberación que esta llama representa.
En la Cábala, el libro judío, se asocia a este arcángel con las sefirot, las 10 emanaciones divinas que corresponden a los aspectos de Dios. Cada sefirá es un canal de energía Divina que representan diferentes dimensiones de una misma fuerza. Y este arcángel se asocia a la sefirá de la Piedad, la Compasión y la Misericordia.
Estas cualidades le han otorgado varios títulos: Ángel de la Transmutación, Ángel del Perdón, Ángel de la Misericordia, Ángel de la Compasión, Ángel de la Liberación, Ángel de la Magia, Ángel de la Alquimia, Ángel de la Memoria y Ángel del Recuerdo, entre otros.
Las virtudes de Zadquiel son la compasión, la caridad, la misericordia, la piedad, la bondad, la libertad y la transmutación.
Los dones espirituales que puede otorgar este ángel a quien lo invoque son la liberación y evolución espiritual, la capacidad de ser compasivo, de perdonar y de sanar los recuerdos dolorosos, así como eliminar las energías negativas, el sentimiento de derrota o abatimiento, la desesperanza, la impotencia y el pesimismo.
Rafael
Rafael es el santo patrón de la salud, de la ciencia, de los médicos, las enfermeras, los hospitales, los ciegos, los viajeros y de la ecología. Pero también quien cuida de las parejas y es el ángel que intercede por las personas que sufren problemas físicos, mentales, emocionales o espirituales.
Rafael significa “curación de Dios”, pero no solamente se refiere a la salud física sino también a la del alma. Este es un arcángel sanador que representa el aspecto de Dios que ayuda al hombre a mantener el equilibrio saludable en su cuerpo y sus emociones.
Es también el patrón de las enfermeras, de los médicos, de la ciencia, de los ciegos, de los viajeros y de los encuentros fortuitos. El Arcángel Rafael es un ser compasivo que cuida a las personas que tienen problemas físicos, mentales, emocionales o espirituales y representa la sanación, así como la purificación del alma y el cuerpo.
Rafael es el protector de la Medicina y se lo llama “Ángel de la Ciencia”, pero además ha adoptado otros nombres, como “Ángel de la Providencia”, “Ángel de la Curación”, “Protector de los Vientos del Anochecer” y “Arcángel de la Salud”.
Jofiel
El Arcángel Jofiel es uno de los llamados “príncipes del cielo” que están en presencia de Dios. Este es el arcángel del intelecto, la sabiduría y la iluminación, por ello se piensa que fue él quien expulsó a Adán y a Eva del paraíso, cuidando luego la senda que conducía al Árbol de la Vida.
Hay quienes creen que este es el arcángel que tiende puentes de energía entre los diferentes niveles de la realidad espiritual, permitiendo la comunicación entre ángeles y humanos. Pero sus virtudes van más allá, pues Jofiel ayuda a aumentar la conciencia del plano espiritual y por ende, la sabiduría del hombre.
Jofiel es también conocido como Jophiel, Yofiel, Iofiel, Iophiel, Zophiel o Zaphiel.
El nombre Jofiel significa “Luz de Dios” o “Belleza de Dios” y se refiere al aprendizaje de los humanos en el camino a su meta de ascensión espiritual. El Arcángel Jofiel puede mostrarle al hombre que todo es un proceso de enseñanza que se repite una y otra vez hasta comprender el sentido del Plan de Dios. Este aprendizaje es el que se opera en el alma por medio de las sucesivas encarnaciones y en ese ámbito este arcángel ayuda inspirando la sabiduría que permite liberar al alma de sus cadenas que lo atan a la tierra.
Jofiel se asocia a la sabiduría, la inteligencia, el intelecto, la iluminación, la apertura mental y la erradicación de la ignorancia, así como la espiritualización de la mente. Y tiene la capacidad de promover la reflexión que conduce al auto conocimiento y la inspiración artística o filosófica, así como la liberación del orgullo, los prejuicios y la conexión con el Ser Superior Interno. La sabiduría que suministra este arcángel es entendida como un tipo de conocimiento relativo a las grandes interrogantes de la vida, los que surgen de acuerdo a los aspectos más profundos y trascendentales.
Este es un conocimiento que afirma la existencia de un plano espiritual y permite captar la verdad, pero no en un plano racional, sino en el sentido de apelar a otros medios fuera de la razón, como la intuición, la sensibilidad humana o la iluminación espiritual.
El Arcángel Jofiel ayuda a acceder a los niveles más profundos de la conciencia, conectando el séptimo chakra y los chakras que existen por encima de la cabeza, los que se encuentran fuera del cuerpo, permiten tomar conciencia de la existencia de otros planos espirituales y las visiones.
El Arcángel Jofiel como conciencia puede estar en varios lugares a la vez, pero no en todos los sitios, pues solamente Dios puede hacerlo. Pero esta capacidad no es solamente de Jofiel, pues también la tienen los serafines.
Sin embargo, el Arcángel Jofiel es uno de los arcángeles que tiene esta característica más marcada, por ser el representante de la sabiduría y la iluminación.
San Benito
San Benito nació de familia rica en Nursia, región de Umbría, Italia, en el año 480. Su hermana gemela, Escolástica, también alcanzó la santidad.
Después de haber recibido en Roma una adecuada formación, estudiando la retórica y la filosofía.
Se retiró de la ciudad a Enfide (la actual Affile), para dedicarse al estudio y practicar una vida de rigurosa disciplina ascética. No satisfecho de esa relativa soledad, a los 20 años se fue al monte Subiaco bajo la guía de un ermitaño y viviendo en una cueva.
Tres años después se fue con los monjes de Vicovaro. No duró allí mucho ya que lo eligieron prior pero después trataron de envenenarlo por la disciplina que les exigía. Con un grupo de jóvenes, entre ellos Plácido y Mauro, fundo su primer monasterio en la montaña de Cassino en 529 y escribió la Regla, cuya difusión le valió el título de patriarca del monaquismo occidental. Fundó numerosos monasterios, centros de formación y cultura capaces de propagar la fe en tiempos de crisis.
Vida de oración disciplina y trabajo
Se levantaba a las dos de la madrugada a rezar los salmos. Pasaba horas rezando y meditando. Hacia también horas de trabajo manual, imitando a Jesucristo. Veía el trabajo como algo honroso. Su dieta era vegetariana y ayunaba diariamente, sin comer nada hasta la tarde. Recibía a muchos para dirección espiritual. Algunas veces acudía a los pueblos con sus monjes a predicar. Era famoso por su trato amable con todos.
Su gran amor y su fuerza fueron la Santa Cruz con la que hizo muchos milagros. Fue un poderoso exorcista. Este don para someter a los espíritus malignos lo ejerció utilizando como sacramental la famosa Cruz de San Benito.
San Benito predijo el día de su propia muerte, que ocurrió el 21 de marzo del 547, pocos días después de la muerte de su hermana, santa Escolástica. Desde finales del siglo VIII muchos lugares comenzaron a celebrar su fiesta el 11 de julio.