Los elementos alquímicos

Remueven las capas energéticas que nos impiden encontrar el camino adecuado, y generan el espacio espiritual más conveniente para que decidamos con mayor claridad y discernimiento.

Esta función removedora, se prolongará luego, permitiendo que la persona y el lugar permanezcan en condiciones ideales para recibir la fuerza divina.

Convertir un lugar común, en un espacio espiritualmente armónico, cierra el libre acceso de espíritus negativos, evitando que sus influencias puedan perturbar a quienes allí se encuentran.

Pueden ser útiles a la hora de ser aplicados para reforzar las actividades laborales, intelectuales y creativas, pues generan un ecosistema espiritual en el que atraen abundancia del llamado “mercurio libre” prana -para los hindúes- que vitaliza plenamente y actúa generando el ánimo adecuado que permite llevar a la excelencia cualquier emprendimiento o esfuerzo personal o colectivo.

Por Sonia Lozano